martes, 5 de mayo de 2015

B-O-I-X


 

Hoy se cumple el 70 aniversario de la denominada ‘liberación’ (me resisto a emplear este término, mejor sería decir el final del horror) en el campo austriaco de Mauthausen, el 5 de mayo de 1945. Diarios como El País o El Mundo recuerdan el papel de Francesc Boix como testigo de la barbarie y su declaración en los Juicios de Nuremberg.

Es también una ocasión para revisar la galería de imágenes que conserva la Amical Mauthausen, con 500 negativos procedentes del campo de exterminio nazi. Las fotografías fueron realizadas entre 1940 y 1945 por el Servicio de Identificación de las SS y por el recordado fotógrafo. También para destacar el trabajo de Benito Bermejo en la investigación sobre las víctimas y el descubrimiento de la impostura de Enric Marco.  También visionar el documental de Llorenç Soler,  titulado 'Un fotógrafo en el infierno'

La declaración de Francesc Boix en Nuremberg tuvo lugar los días 28 y 29 enero de 1946.
Sr. DUBOST: El testigo que me propongo pedirle al Tribunal que escuche aclarará un punto pendiente desde hace varias semanas. El Tribunal recordará que cuando mis colegas presentaron sus pruebas, surgió la cuestión de saber si Kaltenbrunner había estado en Mauthausen. Para demostrarlo, voy a llamar al Sr. Boix, que demostrará al Tribunal que Kaltenbrunner estuvo en Mauthausen. Hizo fotografías, y el Tribunal oirá su testimonio y verá las fotografías que el testigo ha traído consigo.
(FRANCESC BOIX subió al estrado).

EL PRESIDENTE:
P: Muy bien. ¿Cómo se llama?
R: Francesc Boix.
P: ¿Es usted francés?
R: Soy un refugiado español.
EL PRESIDENTE: Repita este juramento. Juro hablar sin odio ni miedo, y decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
(El testigo repitió el juramento).
EL PRESIDENTE: Levante la mano derecha y diga "lo juro".
EL TESTIGO: Lo juro.
EL PRESIDENTE: Puede sentarse. Sr. Dubost, ¿puede deletrear el apellido?
Sr. DUBOST: B-O-I-X.

En este enlace pueden consultar la declaración completa

En su relato sobre su llegada al campo austriaco señala: “Me juntaron con algunos compañeros españoles y nos transfirieron a Mauthausen. Sabiendo que habíamos sido antes republicanos españoles y antifascistas, nos pusieron con los judíos como miembros de un orden inferior de la Humanidad”. 
Boix nos recuerda las atrocidades, la importancia del testigo-testimonio y el valor del documento histórico.





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